Empezamos con el diario de viaje de la Costa Oeste de EEUU. Un diario lleno de consejos y datos útiles para vuestro viaje. Qué hicimos, cómo nos organizamos, precios, alojamientos, … no me enrollo y vamos a ello.
Increíble pero cierto, hoy empezaba nuestra aventura. El viaje de nuestros sueños. Este día tan esperado ¡había llegado! Salimos muy muy temprano, o muy tarde, como se quiera ver. A las 4 de la madrugada ya estábamos en planta, no habíamos dormido nada ni dormiríamos en las siguientes 24 horas. Pero hoy llegamos a Los Ángeles
El vuelo a Los Ángeles
El avión salía de Sevilla a las 7h con escala en Madrid. Volamos con Iberia y no me puedo quejar. La única pega que vamos como sardinas en latas y el pobre de Fernando (que mide 1.90) creía que iba a necesitar una rodilla nueva cuando llegáramos.
Viajamos con la típica pantallita en el cabezal del asiento delantero que prometía horas de diversión. Lo que no sabes es que a la segunda o tercera película estás de la pantallita hasta el moño. O por lo menos yo.
Otro punto a favor es la almohadita y la mantita que te dan (mejor dicho dejan) que nos vinieron estupendamente.
También nos dieron de comer, merendar, cenar y creo que un aperitivo más antes de llegar porque eso ya era un descontrol horario… Nos apagaron las luces un par de horas después de despegar de Madrid, porque ya era de noche! Y encima yo sin poder dormir, me pueden los nervios (nota mental: próxima vez pastilla para dormir).

Total que salimos a las 12:45 de Madrid y llegamos a Los Ángeles a las 16:00 hora local tras 12 horas de viaje más las que llevábamos de antes… una paliza con todas las letras. Pero como yo siempre digo, este es el precio que hay que pagar para ver mundo.
Control de inmigración
Llegamos y la aventura no acababa más que empezar. Llegamos a inmigración rápido y justo antes de que llegara una avalancha de japoneses. Así que os aconsejo id lo más rápido que podáis porque como coincidan varios vuelos…
Primero tienes que registrarte en unas máquinas muy modernas donde escaneas tu pasaporte, tus huellas, te hace una foto y haces un breve cuestionario con preguntas del ESTA. Esto es «self-service» así que buscaros rápido vuestra máquina y al siguiente paso: control con los agentes de aduana.
NOTA: Quiero aclarar una cosa. Si vais en pareja y estáis casados o vivís juntos podéis consideraros una familia. En este caso sólo tenéis que rellenar un formulario de los que te dan en el avión para la aduana. Y el control con los agentes lo pasáis juntos. Nosotros no estamos casados y rellenamos dos individuales pero después los agentes nos dijeron que si vivíamos juntos se podía poner como familia. De hecho pasamos juntos.
Y aquí ya llegó la primera anécdota! Estaba el agente rellenando todos los datos y dijo que saltó algo en el ordenador y que tenían que entrevistar aparte a Fernando. Menos mal que ya nos habían advertido que no nos asustáramos porque lo hacen de manera aleatoria. No nos asustamos pero siempre da respeto. Y más cuando tardó casi una hora en aparecer. Yo ya estaba histérica imaginándome de todo. Qué le voy a hacer, soy así.
Al final fue algo rutinario, le volvieron a preguntar las mismas cosas, que si trabajaba, que cómo se ganaba la vida y cosas por el estilo. Pero vamos, que no os asustéis porque lo único que quieren es asegurarse de que no vas a buscar trabajo. Siempre diciendo que vas de luna de miel… Además si tienes tus reservas de hotel y del vuelo de vuelta no creo que pongan muchas pegas. Ah, y además no tienes que preocuparte por el idioma porque Fernando no se defiende muy bien y llamaron a un traductor.
Asique pasado este mal trago, ya solo nos quedaba coger el coche e ir al hotel, ¡casi nada! Sobre el papel se ve muy sencillo y no es complicado pero en ese momento es todo tan intenso… pero vamos que llevando toda la información que necesitas no hay problema! Y para eso estoy yo.
Recogida del coche en el aeropuerto.
Cuando vas saliendo ya del aeropuerto puedes ver unas señales que pone “shuttle bus rental car” o algo por el estilo. Para ir a las oficinas donde se alquilan los coches tienes que coger un autobús gratuito que te lleva. Tan solo tienes que montarte en el que ponga la compañía con la que has alquilado el coche. En nuestro caso era Thrifty.
Road Safe
Llegamos a la oficina y nos atendió al instante un hombre muy simpático. Nos reímos un montón con él y la verdad que se agradece alguien así. Nos vendió el seguro ROAD SAFE, que yo no estaba muy convencida de cogerlo pero después recapacitando…es lo más aconsejable. Aunque tu seguro del coche te cubra casi todo, eres tu el que te las tienes que arreglar para buscar un taller por ejemplo. Con el road safe te pase lo que te pase llamas y van. No nos pasó nada con el coche pero si me hubiera pasado…hubiera querido tener la solución a una llamada, eso seguro.
Total, que contratamos este seguro por 212.94$ para los 13 días que íbamos a tener el coche.
Depósito Full-Full
Después nos dijo que podíamos entregar el depósito vacío. Cuando me dijo esto creía que ya me estaba timando, porque en teoría si lo coges lleno y lo entregas vacío tienes que pagar ese depósito a la empresa. Y yo le decía “no, no thank you, full-full” para devolverlo lleno y que no me lo cobrara. Me insistió taaaanto que ya se estaba poniendo serio y todo, así que me callé y acepté. Al final no nos cobraron nada, no consigo explicármelo, sería alguna oferta, pero vosotros tened cuidado y dejadlo claro al cogerlo.
Nuestro SUV
Después del papeleo, salimos y nos dijo que a la izquierda estaban los de categoría SUV, que era lo que habíamos elegido y yo no veía ningún todoterreno. Ya pensaba yo otra vez que ahora sí que nos habían timado! Y yo que voy a preguntar indignadísima y me dice…”este podría ser?” y nos enseña un Dodge alucinante, nuevo, enoooorme….. buaaaaa yo lo flipaba y Fernando tuvo que preguntarme 3 veces si ese era el nuestro. Esto ya era otra cosa!! Allí cabía una familia entera. Era nuevo, tenía ¿¿20.000 km?? No se, poquísimos, y era chulísimo, además traía GPS que no nos cobraron por supuesto porque le dije que no quería. Yo ya traía preparada mi aplicación de MAPS.ME.

Conduciendo por la Costa Oeste
Configuramos el destino, Fernando se hizo con los controles y a la carretera! Y vaya carretera!! Enseguida llegamos a la autopista más grande que han visto estos ojos, 6 carriles de ida y otros tantos de vuelta. Lo habíamos visto en fotos pero aun así…impresiona. Por suerte, la primera noche dormíamos en Santa Mónica, que está bastante más cerca que meterte en pleno Los Ángeles.
CONSEJO: dormir en Santa Mónica el primer día es lo mejor (si llegas a LA). Porque tras el viaje tan largo y cansado, el primer día conduciendo allí y demás, tampoco conviene meterse mucha tralla. Reservad este día para descansar y si os da tiempo a ver algo, mejor. Que si el vuelo llega con retraso o cualquier cosa, ya os lo perdéis.
Tras un pequeño atasco (las carreteras de LA son un asco, siempre a tope) llegamos a nuestro hotel sin mucha pérdida. Prácticamente era ya de noche, habíamos aterrizado a las 4 de la tarde pero una hora para pasar el control, otra hora esperando a Fernando, casi otra hora hasta que cogimos el coche y otro tanto para llegar al hotel… Nos habíamos comido la tarde, y yo ilusa de mí, había planificado cosas para esta tarde. No cometáis el mismo error, sed realistas.
El hotel más recomendado de Santa Mónica.
Nos quedábamos en el SeaView Hotel. Super recomendadísimo porque está a una calle de la playa, muy cerca del Pier y barato! Lo reservamos en su propia página web porque no aparecía en algunos buscadores y además te da la opción de que si pagas en metálico (cuando llegues allí claro está) sale más barato. El sitio tiene mucho encanto, es como un jardín interior y las habitaciones alrededor. Las camas bien, el baño aceptable (aunque para mí en ese momento después de más de 20h de viaje me parecía un spa!), tenía además como una cocinita con nevera y cositas básicas y parking gratis.
¿Qué más se puede pedir? Lo recomiendo totalmente.

Anochecer en Santa Mónica
Ver anochecer junto al Pier, es una de las cosas que más quería ver en LA. Así que a pesar de la hora, a pesar del cansancio y de todo dejamos nuestras maletas y salimos corriendo a ver lo que quedaba de la puesta de sol. Nos fastidió un poco que el día estuviera nublado, pero aun así, aquello parecía un sueño, todavía no me creía que estaba allí. Tras hacernos algunas fotos fuimos al propio Pier y disfrutamos de su vida nocturna.
Demasiado turista para mi gusto, pero entretenido. Allí vimos el famosísimo Pacific Park, con atracciones como la noria, la montaña rusa y algo más. Vale unos 8$ 1 viaje y si compras 2 o 3 tickets juntos ahorras algo de dinero. Nosotros no nos llegamos a montar porque estábamos muertos del cansancio. Le dimos una vuelta rápida y cenamos en el “Pier Burguer” un par de hamburguesas y una coca cola por 14,5$. Estaban buenísimas, o al menos a nosotros nos supo a gloria.

Ahora ya sí que sí estábamos en Estados Unidos!
Sigue la ruta en el día 2: un día en Los Ángeles