Acabo de llegar de mi primer camino, y ya quiero empezar a contaros todo. Pero para empezar por el principio, quiero contaros qué llevo en mi mochila para el Camino de Santiago, qué más hubiera echado y qué me hubiera ahorrado. Para que os sirva de guía, recomendación y aprendáis de mi experiencia.
He querido escribirlo tras volver del camino, para poder plasmar todos los detalles y que no se me olvide nada. Este era el tema del que más dudas tenía a la hora de hacer el Camino y espero que con esto podáis hacer una mochila “perfecta” o casi perfecta para vuestro camino.
Antecedentes
Lo primero que quiero destacar que yo hice el Camino Primitivo, mucho más montañoso que el Francés y yo creo que ningún otro. Lo que influye sobre todo en el calzado.
Y también que lo hice en verano (julio) lo que también influye mucho en la ropa y necesidades básicas.
Partiendo de esto, los consejos se pueden aplicar a todos los caminos, realizándolos en verano o primavera/otoño. Para invierno ya habría que ir más preparados e informados sobre todo si vais a hacer caminos de montaña donde las condiciones pueden ser muy adversas.
Sabiendo esto, empezamos punto por punto:

Lo más importante es el peso
Concienciaros muy bien de que el peso va a ser determinante. Vais a andar muchas horas con la mochila a cuestas (si no la empaquetáis por correos… cosa que no es muy de peregrinos si no tenéis ninguna limitación física, perdonadme que os diga), va a haber días que estéis muy cansados y la mochila os va a pesar el doble… así que es importante minimizar el peso al máximo.
Lo que dicen todas las guías es que no debe pasar el 10% de tu peso. Pero yo diría que no pase del 8% si es posible, sobre todo si no estáis en buena forma como yo.
Ah! Y en este peso también hay que incluir el litro de agua que lleves a diario, que es un kilo más, las dos o tres frutas que lleves, y algo de comer que compres si vas a hacerte de comer en el albergue y tienes que comprarla antes.
Si ya estáis echando cuentas os habréis dado cuenta de que si la mochila pesa un kilo (la mía 1,5kg aprox), el saco de dormir pesa unos 600g siendo ultraligero, el agua y la fruta ya son un kilo y medio… lo que queda para ropa, botiquín y cosas varias es mínimo.
Mochila para el Camino de Santiago
La mochila debe ser especial para viajes, senderismo,… de las que van atadas a la cintura para repartir el peso. Por supuesto es importante el peso, cuanto más ligera mejor. Con buena ventilación en la espalda es lo ideal. Y que te sientas cómodo con ella, vas a pasar muchas horas pegado a ella y llegará el momento en que va a formar parte de ti.
Con una capacidad de 40litros tendréis más que suficiente. Yo llevaba la mía de 50 litros medio vacía, pero es la que tenía y no me iba a comprar otra.
Saco de dormir ¿sí o no?
Depende de la época del año en la que hagas el camino, independientemente del camino que elijas.
Si es verano, yo te recomiendo un saco de sábana. Son mucho más ligeros y ocupan mucho menos. Además de ser más baratos también. No necesitarás mucho más si vas a dormir siempre en albergues, ya que estos siempre tienen mantas para echarte por encima. No es que las laven todos los días, por eso un saco sábana te será suficiente.
Si vas en primavera/otoño y no te quieres arriesgar, con un saco de 10 o 15 grados te bastará si vas a dormir siempre dentro de albergues. Igualmente si refresca mucho por la noche podrás echarte una manta por encima del saco.
Si decides llevar saco, que sea ultraligero. Éstos ocupan mucho menos y pesan también mucho menos. Yo me compré uno en amazon por menos de 30€ de la marca LIXADA que no está nada mal y pesa 0,680kg.
Ropa
He aquí el quid de la cuestión. Y donde todos metemos la gamba. Aquí los “porsi” no valen. Tenemos que tener esto muy claro.
2-3 pantalones. Si vas en verano, dos cortos y uno largo. En primavera u otoño mejor al revés. Si por el contrario es invierno, tendrán que ser de mayor calidad y específicos para senderismo de montaña. Algunos peregrinos llevan esos pantalones desmontables, que no están mal, pero siendo verano yo me decantaría claramente por los pantalones cortos directamente.
2-3 camisetas. Lo ideal es dos, pero puede pasar que a veces no se seca bien la ropa de un día para otro por lo que recomiendo 3 prendas.
1 sudadera. Muy fina si vas en verano y algo más gruesa según la época y el tiempo que vaya a hacer durante tu camino. Yo llevé un polar y me lo puse 4 ratos porque enseguida me agobiaba, con una sudadera normal o fina hubiera tenido suficiente.
1 chubasquero. Si hay probabilidades de lluvia en tu camino, deberás ir preparado. Aunque lo más recomendable es un poncho para protegerte tú y tu mochila conjuntamente. Yo no lo llevé porque no había previsiones de lluvia y aunque cayó algún que otro chaparrón no lo llegué a necesitar. Aun así es algo que se puede comprar en el camino por muy poco.
Ropa interior: con 3 mudas tienes suficiente. Al igual que con las camisetas, una tercera viene bien por si un día no te da tiempo a que seque bien. Más de tres es peso extra.
Calcetines: lo pongo en un punto aparte porque los calcetines deben ser antirozaduras. Créeme, se nota. Al menos yo que tengo ligera tendencia a las ampollas, notaba mucho cuando llevaba los antiampollas a cuando me ponía unos normales. Aun así me salieron alguna que otra, pero todo lo que sea prevenir, bueno es. Con 3 o 4 pares te será suficiente, digo 4 porque un buen tip es cambiarse los calcetines a media mañana, pero eso ya lo explico en otro post con 23 consejos para hacer el Camino de Santiago.
Gorro o gorra: importante para el sol. Ya sea de ala ancha tipo explorador o la gorra con visera de toda la vida, algo que te proteja del sol siempre viene bien. Una bandana también está bien para usar tanto en la cabeza como en el cuello para cuando haga frío o viento.
Zapatos
Quizás lo más importante de todo. Deberán ser adecuados para el tipo de terreno. Por ejemplo, para el Camino Primitivo me parecen imprescindibles unas buenas botas de montaña. Incluso con Gore-tex para el barro, charcos o lluvia. Pero si vas a hacer el Francés, con unas buenas deportivas tipo trail te será suficiente.
Muy usadas. Lo que lleves para andar debe estar muy usado y hecho a tu pie. Nada de comprarlas el día antes. Aunque conozco algún caso que así lo hizo y no le salieron ni una ampolla, pero por mucho que los envidie, esto son los que menos.

Unas chanclas. Para la ducha y para airear los pies por la tarde. Este era uno de mis mayores placeres del día, quitarme las botas y ponerme las chanclas toda la tarde, aunque hiciera frío.
No recomendaría llevar más zapatos, aunque hay gente que lo hace, realmente solo necesitas tus zapatos de andar y las chanclas. Otros zapatos más es peso extra. Y de hecho no serás el primero ni el último que abandone este tercer par de zapatos por el camino.
Bastones ¿si o no?
Si vas a hacer el Primitivo te diré que SI, un gran SÍ. Y además los dos bastones. Te servirán de mucho en las cuestas, ayuda al equilibrio y a repartir el peso. Yo no sabía ni siquiera usarlos y los noté muchísimo.
Si vas por un terreno más llano como es el camino Francés, quizá no los necesites tanto. Dependerá de ti en este caso.
Botiquín
Esta parte es la que más me costó decidir, y yo creo que la que más suele sobrar. Nunca está de más ser precavidos con estos temas, pero tampoco se nos puede ir de las manos. En cada pueblo o cada dos pueblos vas a encontrar una farmacia en la que comprar lo que haga falta, asique tampoco debemos volvernos locos. También hay muchos peregrinos a los que poder recurrir en un momento dado a por algún trozo de esparadrapo, betadine, gasas, crema,… lo que sea. Nadie se va a negar a ayudarte.
Voy a hacer una lista de qué llevé en mi mochila para el Camino de Santiago y luego hago una pequeña relfexión/conclusión:
- esparadrapo
- gasas (1 paquetito de 4-5 gasas)
- cristalmina (o betadine en monodosis)
- suero en monodosis
- compeed
- vaselina
- pastillas varias (ibuprofeno, nolotil, … y mi medicación por supuesto)
La vaselina es imprescindible para aplicarnos todos los días por las mañanas en los pies para evitar rozaduras. Nada de aceites, cremas u otros. Vaselina.
En cuanto a pastillas, con 4 o 5 de cada tipo sobra, nada de cajas enteras! Allí todo el mundo lleva.
Los compeed pueden salvarnos la vida con pequeñas ampollas, aunque no hacen milagros. Al principio sí los usé mucho, pero llegó un momento en que no me hacían nada. Siempre se recomienda no explotar las ampollas pero cuando no puedes más… al final caes en la tentación.
Y también compré una aguja con hilo para las ampollas que ya eran muy grandes y no me dejaban andar. Se suele comprar con hilo para dejar un trozo de hilo atravesando la piel y que la ampolla siga drenando por él y no se vuelva a llenar.
El resto de cosas sí que me vinieron bien en varias ocasiones, pero gasté muy poca cantidad. No hace falta ir cargados.
Luego allí me compré una crema para dolor en general de las articulaciones, músculos y tendones que me aplicaba cuando me molestaba alguna zona (mi maldita rodilla), y una rodillera que me recomendaron para andar.
Como véis, se puede comprar lo que vayas necesitando sobre la marcha.
Neceser
- Gel y champú. Nada de botes de medio litro. Hay que intentar ajustarse a vuestro tiempo en el camino. Lo más adecuado para reducir peso son pastillas de jabón sólidas, cunden mucho y pesan menos. Hoy en día ya los hay de mil marcas, aromas, para pelo graso, seco,… También se puede hacer con monodosis e ir desechándolos, aunque no sea la opción más ecológica.
- Tijeritas para cortar las uñas, apósitos, esparadrapo o lo que haga falta.
- Pinzas de depilar, si eres mujer, seguramente no te vayas sin ellas.
- Crema solar, muy importante.
- Pasta de dientes y cepillo.
- Cuchilla
- Crema hidratante (pequeña)
- Toallitas íntimas
- Gel desinfectante, para antes de comer si no encuentras donde poder lavarte las manos, por ejemplo.
- 2 o 3 paquetes de pañuelos de papel.
Nota: realmente llevo varios neceseres, pero para guardar y organizar todo dentro de la mochila para el Camino de Santiago. Se hace y deshace muchas veces la mochila y cuanto más «empaquetado» lo tengamos todo, más fácil será buscar algo y volver a organizar la mochila.
Otros imprescindibles que añadir a tu mochila
Cantimplora. Muy útil para mantener el agua fresquita y además ahorrar plástico. La puedes rellenar en cualquier lugar, incluso en las fuentes que encuentras por el camino. No sé qué hubiera hecho sin ella.

Tapones para los oídos. Al dormir en albergues nunca sabes quién vas a tener de compañero y si eres de sueño ligero lo agradecerás. Hay noches en las que habrá una auténtica sinfonía en la habitación.
Antifaz. Si te molesta la claridad, yo lo llevaría. No en todos los albergues se consigue oscuridad completa por la noche y algunos peregrinos que se levantan muy pronto pueden despertarte.
3 o 4 pinzas de la ropa y cuerda. Nunca se sabe si vas a tener que improvisar un tendedero interior para tu ropa. Y las pinzas te vendrán muy bien también para colgar tu ropa de la mochila al día siguiente si no le ha dado tiempo a secar. Algunos usan imperdibles, pero a mí me gustan más las pinzas.

Batería externa. Quedarte sin batería en el móvil en el camino no es ninguna gracia. Lo necesitarás para llamar a los albergues, compañeros, e incluso si necesitas ayuda. Una batería externa, aunque sea pequeña, te puede salvar de más de un apuro. Y así podrás seguir haciendo todas las fotos que quieras!
Guía del camino. Aunque yo me la llevé impresa, hay guías online que te van a servir de mucho. Cada día tendrás que planear la ruta del día siguiente, volver a consultar mapas, kilómetros y albergues. Esto lo explico mejor en el post de consejos para hacer el Camino de Santiago.
Toalla de microfribra. Aunque no son tan «agradables» de utilizar (personalmente odio el tacto al intentarme secar con ellas), no pesan mucho y se secan muy rápido. Las toallas que tenemos en casa son impensables para llevar en tu mochila al Camino de Santiago.
¿Qué eché de menos en mi mochila para el Camino de Santiago?
Cuando llevas 13 días fuera de casa echas de menos muchas cosas, pero realmente que me hicieran falta NINGUNA.
Con lo poco que llevaba me era suficiente, no necesité nada más salvo las 4 cosas que tuve que comprar por el camino. Como la crema, la aguja para las ampollas, una rodillera y mi concha de peregrina! Bueno, la concha me la regaló mi querida compañera del camino Cristina.
Quizá eché de menos unas zapatillas para los últimos días en el camino francés, que el camino era mucho más llano y las botas ya me pesaban mucho, pero no hubiera compensado llevar ese peso extra todo el camino solo por las dos últimas etapas.
Otra opción es llevar unas sandalias de andar por montaña, algo que puedes usar para andar en un momento dado. Mucha gente hace esto, pero si las vas a usar también para la ducha puede que las tengas mojadas durante mucho tiempo.

¿Qué eché de más en mi mochila para el Camino de Santiago?
Sin dudarlo el saco de dormir. Cuántas veces pensé que con un saco de sábana me hubiera bastado. ¡Había peregrinos que no llevaban ni eso! Aunque me fue muy útil en varias ocasiones, el saco de sábana también lo hubiera sido. El saco en muchas ocasiones me daba mucho calor (he de recordar que yo fue en julio) y me sobraba, en otras ocasiones sí que me abrigó bien, pero también tenía mantas que hubiera podido usar.
Me sobró un pantalón largo y me faltó uno corto. Pensando en que haría más frío al ser un camino de montaña, llevé dos pantalones largos y uno corto, cuando debí haber hecho al revés.
Algunas cosas del botiquín también sobraron. El suero no lo llegué a usar y algunas pastillas tampoco, aunque tampoco es que fuera mucho lo que sobró. Creo que estuvo bien.
También llevé un candado pequeño por si me hacía falta para alguna taquilla pero no me sirvió de nada, las taquillas vienen todas con su llave.
Conclusión sobre mi mochila para el Camino de Santiago
Creo que me adecué muy bien a mis necesidades, en cuanto a la cantidad de ropa creo que fue la adecuada y en cuanto al neceser y el botiquín también fue muy adecuado. Sin grandes extras que me supusieran un peso excesivo.
La ropa era toda, o casi toda de licra/poliéster, para un rápido secado y para no ir empapada en sudor todo el camino. El algodón en este caso está contraindicado, ya que absorbe el sudor y se queda empapado todo el tiempo. Tener los pies empapados durante horas no hubiera sido nada bueno, al igual que con la ropa.
Mi mochila para el Camino de Santiago antes de salir de casa, con la cantimplora de agua llena, pesó 5,8kg. Lo cual está dentro del 10% de mi peso, aun añadiéndole alguna fruta… aunque si hubiera pesado menos hubiera sido mejor.
Yo partía de una mochila más grande de la cuenta y con un peso de partida ya alto, lo cual me limitaba. El saco también me limitó, algo que como ya he comentado hubiera cambiado por un saco de sábana sin dudarlo. Pero por lo demás creo que me ajusté bastante a lo estrictamente necesario y no llevé peso extra.
Cuando estás haciendo la mochila es muy fácil caer en los “porsiacasos” y esto es un gran error.
Aunque parezca que no pesa nada, todo suma.
Además, en el camino puedes encontrar de todo, podrás comprar todo lo que necesites. No nos vamos al fin del mundo.
¡Buen Camino!
