Hoy era un día especial. Un día con el que soñaba 20 años atrás… hoy íbamos a Disneyland® París!!
Nos levantamos pronto para desayunar en la habitación con lo que habíamos comprado el día antes en el supermercado y ponernos en marcha cuanto antes. Queríamos llegar antes de que abriera el parque y teníamos camino por delante. Nos tocaba coger el metro 11 hasta Châtelet que duraba unos 20 minutos (creo que era el metro más lento del mundo) y allí el RER A en dirección a la Marne la Vallee Chassy que tarda unos 40 minutos.
Nos equivocamos de tren, al llegar corriendo a la estación y ver que había un tren de la línea A, nos metimos pensando que era el nuestro. Dos o tres minutos después mirando la pantallita donde te marca las paradas nos dimos cuenta que no era! Menos mal que las primeras paradas eran comunes. Nos bajamos en la siguiente y esperamos al nuestro de verdad. El A4.
La confusión fue que al parar en el mismo andén, no es como el metro, tienes que fijarte en las pantallitas de la estación qué 4 ( A, B, C,…)es el que está llegando en cada momento.
Tras largos 40 minutos y no sé cuantas paradas…llegamos! Salimos pitando! Nuestra misión es llegar a la cola de los primeros. Ya han abierto el parque, llegamos 10 minutos tarde, pero al ser temporada baja no hay mucha cola. Como tenemos los tickets impresos que compramos por Internet vamos directos a los tornos donde unas mujeres muy amables nos dicen por donde tenemos que pasar el código de barras. A ambos lados hay taquillas donde rápidamente se están formando colas para comprar los tickets. No hagáis eso, comprarlas por Internet que además son más baratas y no perdéis el tiempo.
Estamos dentro!! Lo primero que vemos es el hotel Disney, pasamos por debajo y ya empieza a sonar una famosa canción de Disney. Es inevitable no cantar y querer saltar por todos lados. Yo lo hice!
Cogemos una guía del parque para orientarnos mejor, compro mis orejas de Minie en la primera tienda que veo y ya estamos listos!
Se ve el castillo a lo lejos y es precioso. Aquí todo recuerda a la infancia, es imposible no sonreír. Nos hacemos unas fotos con el castillo y nos vamos derechos a la acción!

Un buen consejo que nos dieron y que tenéis en la guía de cómo viajar a Disney por libre es ir a las atracciones más famosas lo primero. Nada más abrir todavía no habrá mucha cola y luego serán de 1-2 horas. Así que aunque la tendencia es ir viendo parte por parte, nos vamos al BigThunder lo primero. Nos montamos nada más llegar. Y no me extraña que sea el más famoso, es una pasada! Es una montaña rusa ambientada en un paisaje americano. Nos encantó.

El siguiente que nos tocaba es el Space Mountain, alucinante. Con una velocidad que da miedo, también nos encanta, pero eso sí, mejor no subir con el estomago lleno.

Completamos esta rápida tanda con la atracción de Star Wars, una nave donde te subes y según el vídeo se va moviendo. Con unas gafas de 3D, la verdad es que esta muy conseguido. Nos gusta mucho pero no volveremos a subir porque hemos salido los dos con un mareo…que en ninguna de las dos anteriores hemos tenido. No sabemos por qué.
Ya que estamos por aquí entramos en la atracción de Buzz Light Year, para todos los públicos. Y digo para todos los públicos porque aunque parezca para niños, creo que los mayores lo disfrutamos más incluso! Se trata de subir a unos “cochecitos” que van circulando y con la pistola de Buzz Light Year ir dando en dianas que te van a pareciendo. Te indica la puntuación de cada uno, por lo que la competitividad es parte del juego!

Habrá pasado una hora o poco más desde que entramos en el parque y ya hemos visto lo más fuerte. Ahora toca ir viendo el parque por orden y disfrutarlo con calma. Lo primero que hacemos es volver al centro del parque y ya nos damos cuenta que es bastante más pequeño de lo que pensábamos.
Nos tomamos un café en un puestecito para entrar en calor, ha amanecido nublado y con un viento muy frío. Pero al menos no llueve, con eso nos damos por contentos.
Vamos paseando por Frontierland, Adventureland, Fantasyland y Discoveryland para terminar de nuevo en el centro, en el castillo. Es increíble el nivel de detalle de todo. Hasta los bancos para sentarse están tematizados y son diferentes en cada mundo. Vemos muchas zonas que son simplemente decorativas para que los niños jueguen y muchas tiendas con variedad de productos Disney, y también con cosas distintas en cada mundo!
Desde luego si vienes con niños, costara mucho mas recorrerlo entero. Van a querer pasar horas en cada sitio!
Con la aplicación del parque en mano, vamos viendo los tiempos de espera de cada atracción y vamos decidiendo donde montarnos. Repetimos más de una vez, ya que las atracciones para adultos no es que sean muchas. Cogemos incluso un fastpass para el Space Mountain y aprovechamos para comer algo mientras esperamos. Si no sabes lo que es te lo explico en la guía para viajar a Disneyland por tu cuenta.
Nos comimos unos bocadillos que traíamos de casa, bueno, del supermercado mejor dicho. Temiendo los precios del parque, si podíamos ahorrarnos una comida, mejor que mejor. Nosotros somos así, nos gusta gastarnos el dinero en comer en lugares que lo merezcan, no en un sitio en el que el precio va a estar más que inflado.
Ya que tenemos prácticamente todo visto aprovechamos para ir a hacernos alguna foto con un personaje Disney. Tras consultar la aplicación del parque, vimos que no había ninguno en ese momento así que fuimos al que nunca falla. Mickey! Mickey tiene un edificio solo para él, con una sala de espera inmensa donde ponen en una pantalla gigante sus famosos dibujos. Tras 40 largos minutos logramos entrar, y nos llevaron a una sala donde estaba Mickey (aunque había un pasillo lleno de puertas…no digo nada!) y allí nos hicimos varias fotos con él, incluso con nuestros móviles también nos hicieron. No tienes porque comprar la que te hacen ellos. Mickey fue súper simpático a pesar de no hablar, era él quien nos decía poses para la foto. Que ilusión, de verdad, parecemos tontos pero fue muy chulo!

A las 5 y media de la tarde era el desfile, y una hora antes ya estábamos cogiendo sitio. Al principio me pareció excesivo, quizá al ser temporada baja no hacía falta tanta antelación pero enseguida empezó a llegar gente y más gente. Menos mal que estábamos en primera fila porque si no, no lo hubiéramos visto bien. Este es otro truco que tenéis en la guía.
El desfile fue muy bonito, con gran cantidad de actores, todos bailando o haciendo su papel… desde los soldados de Toy Story, hasta las princesas Disney, hasta Pluto y sus amigos… todos.

Tras el desfile ya no sabíamos que hacer, habíamos visto todo el parque ya (os dije que era pequeño). Así que decidimos darnos una vuelta por las tiendas y nos fuimos a cenar, que aunque era muy pronto, estábamos cansadísimos y así después del espectáculo podíamos irnos directamente a la cama. Cenamos en el café Hyperion, en Discoveryland, unas hamburguesas por 30€ los dos y que fueron decepcionantes. Quizás elegimos mal, pero era lo que esperábamos, comida muy justa a precios inflados. Pero es Disney!
Tras cenar y descansar un poco, fuimos ya a coger sitio para disfrutar del espectáculo. Y vaya espectáculo! Entre las luces, los fuegos y el sonido se te ponen los pelos de punta… es un espectáculo con todas sus letras, nos encanto. Muy muy recomendable quedarse hasta el final.

Cuando acabó, todo el mundo sale en la misma dirección, por la avenida de Main street USA. Menos mal que es ancha y cabe mucha gente y no llegas a pararte en ningún momento. No sé cómo tiene que ser en temporada alta…
Tanto seguir a la muchedumbre nos desviamos del camino y no encontrábamos la estación de tren donde coger nuestro bus al hotel. Claro todo el mundo iba a cenar a Disney Village y nos desviamos. Cuando dimos con la estación de buses (al lado de la estación de tren por la que llegamos) estaba a tope de gente. Nos costó un poco encontrar nuestro bus pero un hombre de seguridad nos ayudo. Menos mal, porque entre tanto caos no se veía nada. Cada autobús tenía un cartel con los hoteles a los que iba, pero claro, había muchos autobuses!
Lo encontramos y pudimos entrar, casi al límite. Tras varias paradas llegamos al nuestro! Por fin! El Kyriad Hotel fue todo un acierto, fue de los más económicos de la zona, con trasporte al parque gratuito y la habitación estaba muy bien! Caímos rendidos.
Mañana volvíamos a París, y esta vez teníamos que ver la Torre Eiffel! No podía esperar más!
