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PARÍS DÍA 5

por Leticia A.

Nuestro último día completo en París, la última oportunidad de ver lo que nos queda pendiente e irnos de esta preciosa ciudad con buen sabor de boca.

Lo primero es lo primero, un buen desayuno en nuestro B&B de París, que aunque valga 6€ por persona, nos compensa por la variedad y calidad de lo que nos ofrecen. Nos ponemos las botas, Fernando a tostadas y yo a cruasanes (me pirran) y nos ponemos en marcha a eso de las 9 de la mañana.

desayuno París
desayuno en nuestro B&B de París

Empezamos fuerte y nos vamos al palacio de Versalles. Situado en las afueras de París, necesitaréis un ticket de zona 1-5, o vuestra tarjeta de transporte (si os incluye esta zona). Nosotros tenemos la NaviGo, con lo que está incluido este trayecto. Si no sabes de qué te hablo consulta nuestros consejos para viajar a París barato, donde explicamos esto y mucho más.

Es aconsejable llegar pronto al palacio, cuando llegamos eran las 10 había algo de fila ya. Además hay que pasar dos filas, lo que hace que perdamos más tiempo. Yo me voy a la fila de los tickets, en una oficina a la izquierda (según miras de frente al palacio), y Fernando va haciendo cola para entrar y pasar el control de seguridad. En total tardamos unos 40 minutos aproximadamente.

Palacio de Versalles
Antes de entrar al precioso Palacio de Versalles

Las entradas para el Palacio de Versalles son muy variadas, dependiendo de las zonas que quieras incluir en la visita. Nosotros elegimos la entrada “PASSPORT” que incluye la visita al palacio y a los jardines y cuesta 27€.

También se pueden comprar online y evitarte una de las colas, pero como no sabíamos seguro qué día íbamos a poder venir, decidimos hacerlo así.

La visita al palacio nos resulta interesante aunque la audioguía enseguida resulta muy pesada y aburrida. Quizá para alguien más entendido e interesado en el tema le guste más. De todas formas te la dan con el precio de la entrada.

Tardamos casi una hora en ver el palacio, porque íbamos rapidito comparado con el resto de gente.

Salimos del palacio por la parte de atrás y en seguida se ve la grandiosidad de estos jardines. Increíble. Miramos a un lado y la cola para comprar los tickets para ver los jardines era enorme. Menos mal que los compramos de forma conjunta al principio y accedemos directamente sin esperar.

Recorrimos los jardines intentando hacernos una idea general de ellos porque recorrerlos por completo es imposible en un día. Al menos a pie, claro. Allí hay alquiler de bicis y de los típicos carritos de golf. No es nada barato pero si te merece la pena es una opción. También podrás alquilar un bote para dar un paseo por el lago por 13€ media hora.

jardines de Versalles
nada más salir ya impresiona, y esto es un lateral!
jardines de Versalles
Vistas del palacio desde los jardines, no se cual me gusta más…

 Para comer hay un bar con bocadillos por 5-10€ y refrescos por 3-4€. Nada del otro mundo, pero el hambre ya apretaba. Queríamos volver a tiempo para comer en la ciudad pero tanto andar nos dio un hambre voraz.

A la vuelta decidimos ir directamente a Montmartre. ¡Todavía nos quedaba por ver este famoso barrio!

Llegamos en el metro y nada más salir observamos la preciosa parada de metro de Montmartre.

metro de París
preciosa entrada de metro

Antes de nada, buscamos en unos jardines que hay al lado el famoso muro de los te quiero o mur des je t’aime, donde está escrito «te quiero» en 300 idiomas y dialectos. Un rincón con mucho encanto, aunque se ha vuelto muy famoso.

muro de los te quieros
encontrar «te quiero» en tu idioma es obligatorio, y contemplar todas las formas de decirlo también

Calle abajo llegamos hasta la famosa iglesia del Sagrado Corazón o Sacre Cour. Ahora entiendo porqué gusta tanto. Es preciosa. Ese blanco de la fachada le da mucho encanto.

Dimos una vuelta por la zona y conocimos la famosa plaza tarte donde están todos los pintores callejeros dispuestos a hacerte un retrato. Aunque le da un encanto muy parisino, como siempre se nos ha vendido, me pareció demasiado turístico.

No niego la profesionalidad de los artistas, que según he leído tienen que pasar unas pruebas para poder estar ahí, sino porque estaban en cada rincón. La plaza central tenía calles interiores llenas de artistas por metro cuadrado que esperaban ansiosos el paso de un turista, mientras los que estaban por fuera ignoraban a la gente o alguno incluso hablaba mal para que se apartaran los que querían mirar. Sinceramente, tuve sentimientos encontrados con este sitio. Aun así, creo que merece la pena la visita, aunque no te hagas ningún retrato.

plaza de los pintores de París
plaza tarte o de los pintores de París, un imprescindible

Volvimos al Sacre Cour a sentarnos un rato en sus pintorescas escaleras delanteras. Ya nos tocaba un descanso. Esa cuesta abajo justo en frente de la iglesia le da más encanto aún. Tanta gente sentada en las escaleras o en el césped al atardecer… Es algo que no te puedes perder.

Hasta hay gente que va vendiendo cervezas frías. A precio de oro, seguramente, pero un muy buen plan para disfrutar el momento de relax.

catedral del sagrado corazon
un lugar ideal para sentarse a contemplar …

No nos quedamos mucho tiempo porque todavía nos quedaba un par de cositas por ver. Asi que pusimos rumbo de vuelta al centro de París. Tan al centro volvimos que fuimos directos al km 0 de París, justo en frente de la Catedral Notre Damme. Que la otra vez que estuvimos aquí olvidamos buscar la placa en el suelo. Y es verdad que hay que buscarla un poco porque no está justo enfrente de la puerta, sino un poco más a la izquierda (si miras de frente la catedral).

km0 de París
cuesta un poco encontrarlo pero no está lejos

Caminamos un poco hacia el mercado de las flores (o Marché aux fleurs Reine Elizabeth II), no muy conocido, pero como me encanta este tipo de sitios (y ojalá pudiera meter más de una maceta en la maleta) decidimos echar un vistazo. Ya era tarde y estaban recogiendo pero el sitio tiene mucho encanto. No permiten fotos en su interior pero merece la pena una visita.

mercado de las flores de París
no está permitido fotos en su interior pero no dejéis de visitarlo

Andamos hacia el barrio latino para buscar la famosa librería Sheakspeare & Co. Nos costó encontrarla pero lo hicimos. Para mi sorpresa entrar en ella era toda una aventura, había una cola que recorría la tienda y que no avanzaba. Básicamente daban pasos de tortuga para avanzar por los estrechos pasillos repletos de gente y de libros. Además no se permitía hacer fotos, con lo que decidimos admirarla desde fuera y continuar.

librería Shakespeare París
Una librería con mucho encanto

Ya se estaba poniendo el sol y aprovechamos para dar un paseo por las orillas del rio Sena. Todo lleno de puestecitos y de gente paseando, un ambiente muy animado. Nos quedamos asombrados con el arte de algunos pintores callejeros…

orillas del rio Sena
dar un paseo a orillas del Sena es un imprescindible de tu visita a París

Ya básicamente habíamos acabado con nuestras lista de qué ver o hacer en París, por ésta vez. Porque hay mil cosas que podríamos añadir a la lista, pero tendrá que ser para una próxima.

Ya casi estaba acabando el día también. Decidimos cenar por el barrio latino de nuevo, pero ésta vez en una cadena que tenía muchas ganas de probar, Chipotle. Pedimos unos tacos y un burrito por casi 20€, que nos encantaron. Y con la barriga llena nos fuimos al hotel a descansar.

Al día siguiente teníamos el vuelo de vuelta, y aunque era a medio día, entre que tienes que estar unas horas antes en el aeropuerto, el tiempo del traslado,… Nos tomamos la mañana para nosotros, desayunamos tranquilamente y pusimos rumbo al aeropuerto.

Y se acabó la aventura. Un lugar del que no esperaba mucho y que me enamoró.

París siempre será París.

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